29 Ene Carlos I de España y V de Alemania era políglota.
- Hablaba español con sus tropas, para que lo entiendan correctamente. Y con las damas porque estaba casado con una española.
- Hablaba en francés a las mujeres, para enamorarlas, se dice del francés que es una lengua muy romántica. Y en la corte, porque entonces era el idioma más hablado.
- Hablaba en alemán a su caballo, para darle órdenes (el alemán es un idioma muy utilizado para dar órdenes de entrenamiento a los animales). Y con los lacayos para indicar su soberanía sobre Alemania.
- Hablaba latín con Dios, para estar a bien con Roma.
- Hablaba italiano con los músicos, porque en esa época eran los más famosos.
- Hablaba inglés con los caballos o con los perros para molestar a su gran enemigo.
Mi interpretación es la siguiente:
Habla español con las tropas: ¡Sin duda! Aunque nunca hablara castellano, según se dice. Lo que convirtió a Carlos en Emperador no fue sólo su herencia en Alemania, sino, sobre todo, su ejército de españoles.
Habla francés con las damas: Francia era la otra gran potencia de la época. Su gran enemigo era Francisco I, el único que podía enfrentarse a él en igualdad de condiciones. Con esta frase despreciaría a su enemigo, llamándole “mujer” (es decir, aplicándole la idea que se tenía de la mujer antaño como “débil” e “incapaz”).
Habla alemán con los lacayos: Con esto indicaría su soberanía sobre los pequeños estados alemanes. Puesto que desde muy joven ya reinó desde España, sus posesiones en Alemania pasaron a ser territorios “secundarios” dentro de su Imperio, “lacayos” de España.
Habla latín con Dios: Carlos había sido coronado por el propio Papa León X en Aquisgrán. En realidad, el Papado de Roma dependía del apoyo del poderoso Carlos, con amplias posesiones estratégicas y numerosísimos ejércitos católicos por toda Europa, para hacer frente al pujante protestantismo. Por lo tanto, podía decir que hablaba con Dios en latín, porque el Papa hablaba por y para él.
Habla italiano con los músicos: Italia en aquella época no era “Italia”, sino una serie de pequeños estados con, lógicamente, un poder limitado. Por lo tanto, con esta frase Carlos estaría indicando que los italianos no eran un enemigo a tener en cuenta, sino que sólo servían para entretenerle tocando música para él, como siervos.
Habla inglés con mis caballos/mis perros: Desde luego que Inglaterra no era entonces la potencia en que más adelante se convertiría. Enrique VIII dependía de sus alianzas con España o Francia para afianzar su poder. Por lo tanto, Carlos le llama “mi caballo” o “mi perro”, porque efectivamente estaba en una posición de “vasallo” con respecto a él (como el Papa). Pero con esta frase lo desprecia hasta el punto de considerarlo menos que un siervo: un animal cualquiera, propiedad del rey-emperador.