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CABALLEROS TEMPLARIOS FUNDADORES (1118) - Escritor Antonio de Calera
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CABALLEROS TEMPLARIOS FUNDADORES (1118)

CABALLEROS TEMPLARIOS FUNDADORES (1118)

Pertenecen a la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón.Templarii milites, frates militiae templi, pauperes commilitones Christi templique Salomonis. Su divisa era: Non nobis Domine, non nobis, sed Nomine tuo da gloriam, es decir: No para nosotros Señor, no para nosotros, sino para la gloria de tu Nombre.

Tanto Guillermo de Tiro, como Jacobo de Vitry coinciden en que fueron nueve los caballeros fundadores y que permanecieron juntos y ellos solos en el palacio próximo al Templo de Salomón durante nueve años. Estos nueve caballeros fundadores, y reunidos a instancias de Hugo de Payns y de Geoffroy de Saint Omer, fueron:

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1.- Hugues de Payns o Hugues de Payens, vasallo del conde Hugues I de Champagne, también conocido como Hugues de Paganis, incluso como Hug de Pinós que es Hugo de Bagá, de donde procede Hugo  Baganus y de aquí proviene -según dicen- Hugo Paganus  y Hugues de Paganis. Fue el Primer Gran Maestre de la Orden. Pariente por matrimonio con los St. Clairs of Roslin (Los Sinclair de Rosslyn). Murió el 24 de mayo de 1136, se ignora la causa pero consta que no fue en combate. La evolución ortográfica del toponímico pudo ser: Hug de Bagá > Baganus > Baganis > Paganis > Payanis > Payenis > de Payens > de Paynes > de Payns.

2.- André de Montbard, tío de Bernard de Clairvaux el fundador de la orden Cisterciense y también vasallo de Hugues de Champagne.

3.- Godofredo de Saint Omer o de Saint Aumer o Aymar, que es Godofridus de Sancto Audomaro, de Flandes. Es Geoffroi de St. Omer, hijo de Hugh de St. Omer. También conocido por documentos de la casa de los condes de Ribagorza como Jofre de Adimaro. Puede ser incluso un tal Godfroi, así sin más apellido, considerado como un posible noveno fundador.

4.- Godofredo Bisol o Bissol o Geoffroi Bisol o Bisoi.

5.- Payen  de Montdidier (en otros sitios se le llama Nivard), pariente de la familia gobernante de Flandes.

6.- Achambaud o Archambeau de Saint Amand, también pariente de la casa gobernante de Flandes. Es Archibaldo de Saint Amand o de Saint Agnan.

7.- Rosal, Rossal, Roral o Roland, monje cisterciense, aparece también como Jacques de Rossal que puede ser Godofredo de Roval.

8.- Gondemare o Gondemaro, también monje cisterciense.

9.- Y un tal Godfroi. Ver Godofredo de Saint Omer. En otros sitios se cita como uno de los nueve fundadores a Hugues Rigaud en vez de este Godfroi.

Parece ser que a estos nueve (u ocho) caballeros fundadores se les unió posteriormente -antes de 1125- a la fundación de la orden en 1118 el conde Hugues I de Champagne. Hacia 1120 se les unió Fulco de Angers o Foulques D’Angers que algunos identifican con el enigmático Gondemaro o Gundemar. Los señalados con negrilla pueden ser los nueve fundadores más probables.

Los votos de estos monjes según la Regla Latina inspirada por el padre espiritual de los templarios Bernardo de Clairvaux o Claraval en la de los canónigos regulares de San Agustín, eran tres: Obediencia, castidad y pobreza.

El estandarte y grito de guerra de los caballeros templarios era el “Beauseant” (Sé Honorable, lucha en el campo de batalla según las reglas del honor, Sé Noble, Sé Glorioso), formado por dos cuadros, uno blanco situado en la parte inferior o a la derecha del gonfalón; y otro negro, en la parte superior o a la izquierda del gonfalón, sobre los que a veces campeaba sobre el todo la cruz roja de ocho puntas del Temple. El color blanco hacía alusión a la grandeza de alma y buen corazón de los monjes templarios, como la blancura de los corderos en tiempo de paz; en cambio el color negro aludía a la fiereza en combate de estos caballeros soldados, como la de los leones en tiempo de guerra, lo cual tenía el doble significado de que los  templarios eran monjes -simbolizado por el blanco- y a la vez guerreros -simbolizado por el negro- y que mantenían una doble batalla: la propia de un monje, consistente en una batalla interna consigo mismo para conseguir la gloria eterna, pero también otra batalla externa propia de los soldados que era la Guerra Santa contra los musulmanes para la reconquista de los Santos Lugares.